¿Tienes dolor en las articulaciones? 5 consejos para evitarlo

¿Tienes dolor en las articulaciones? 5 consejos para evitarlo

¿Sufres dolor en las articulaciones? Quizás es algo que hayas asumido como normal, pero no debe ser así. Dependiendo del grado, este problema puede suponer un auténtico calvario para ti y afectar enormemente al desarrollo normal de tu vida. En este artículo queremos arrojar un poco de luz sobre esta dolencia y proponerte algunas soluciones que te sirvan para recuperar tu salud y tu bienestar. ¡No te lo pierdas!

Los síntomas y las causas más comunes

Antes de conocer nuestros consejos al respecto, lo primero es saber en qué consiste, cuáles son los síntomas y por qué se produce. Teniendo esto claro, podrás elegir el remedio que más se adapte y sea efectivo para tu situación particular.

El dolor articular puede afectar a diversas partes del cuerpo, siendo las más comunes los dedos de las manos y los pies, las muñecas, las rodillas o los hombros. Se trata de una dolencia que puede surgir repentinamente o bien desarrollarse de forma progresiva e ir empeorando con el transcurso del tiempo. Estos son algunos de los síntomas de los que puede ir acompañado:

  • Hinchazón.
  • Rigidez y movilidad reducida.
  • Picor y hormigueos.
  • Sensación de ardor.


En cuanto a las causas, estas pueden ser mecánicas o inflamatorias:

  • Si el origen es mecánico: estamos hablando de enfermedades degenerativas, como pueden ser la osteoporosis o la artrosis. Si tu dolor se incrementa con el movimiento y el esfuerzo y mejora cuando haces reposo, estás ante una causa mecánica.
  • Si el origen es inflamatorio: el dolor suele venir acompañado de enrojecimiento, inflamación, deformación o debilitamiento y no mejora con el descanso. Dentro de esta categoría estaría, por ejemplo, la artritis reumatoide.


5 métodos que te ayudarán a reducir y evitar el dolor articular:

A continuación, te explicamos cinco métodos efectivos que te serán de gran ayuda para combatir esta condición. Como hemos dicho al principio, optar por uno u otro dependerá de tu situación en particular.

  • Uso de férula y reposo

Si el origen es mecánico, ya sea por un esguince u otro tipo de lesiones, lo más aconsejable es hacer reposo. De esta forma, le das a tu cuerpo el tiempo que necesita para regenerarse adecuadamente y minimizas el daño que puedes causar con los sobreesfuerzos.

Asimismo, contar con una férula puede ser una muy buena idea para inmovilizar debidamente la articulación. Con la ayuda de una férula, evitarás hacer movimientos y conseguirás reducir el dolor en esa zona.

  • Consumir antiinflamatorios

Si el dolor viene acompañado de inflamación, lo más recomendable es usar antiinflamatorios que ayuden a descongestionar esa zona. Puedes optar por medicamentos de farmacia, pero también existen remedios naturales igual de efectivos y mucho más saludables.

Entre estos ingredientes con propiedades aintiinflamatorias ideales para las articulaciones nos encontramos con el romero, la cola de caballo, la cúrcuma, el jengibre o la linaza. Basta con tomarlos en forma de infusión de forma periódica para contrarrestar las molestias en las articulaciones.

  • Fisioterapia

La fisioterapia es uno de los tratamientos más efectivos, ya que, su función, además de aliviar el dolor, es la de recuperar la funcionalidad y la actividad normal del paciente. Así pues, este tipo de terapias físicas se vuelven casi imprescindibles cuando hablamos de mejorar el bienestar y la calidad de vida de la persona en cuestión.

  • Complementos alimenticios

Los complementos alimenticios pueden ser de gran ayuda para fortalecer las articulaciones y reducir el dolor. Estas son sus propiedades beneficiosas:
Promueven la regeneración de los tejidos, como es el caso de huesos, tendones y cartílagos.

  • Mejoran la movilidad de las articulaciones.
  • Sirven para prevenir las lesiones deportivas y facilitan la recuperación tras sufrir alguna.
  • Reducen el dolor articular en personas mayores.
Por todas estas razones, este tipo de ayudas son cada vez más populares.
  • Llevar un estilo de vida saludable
No nos cansaremos de decir que la prevención es fundamental. Es cierto que llevar un estilo de vida saludable no nos garantiza que no podamos sufrir esta dolencia en el futuro. No obstante, estaremos reduciendo el riesgo considerablemente y minimizando sus efectos.

Comer sano y variado, beber suficiente agua al día, tener patrones de sueño óptimos, evitar las sustancias nocivas y mantenerse en un peso saludable son consejos que no debemos pasar por alto. De igual forma, es preciso ejercitarse de manera regular y tomar las precauciones necesarias a la hora de hacerlo. Recuerda calentar siempre antes de cada entrenamiento y no realizar esfuerzos innecesarios.

No te acostumbres a vivir con dolor en las articulaciones. Ya ves que tienes a tu disposición diversas soluciones que pueden marcar un antes y un después en el tratamiento de tu enfermedad. Pon a prueba estos remedios que te hemos contado y empieza hoy mismo a mejorar tu calidad de vida. 


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